Nos levantamos a la mañana, nos preparamos un café delicioso con nuestra Bosch Tassimo y cuando llega el momento de desechar la cápsula que utilizamos pensamos si hay algo más que podamos hacer con ella. Pues sí, los restos de café se pueden aprovechar para muchas cosas que ni imaginamos. Usos cosméticos, hogareños y artesanales, entre otros. Para los cuidados personales el café puede ser de gran utilidad. Por ejemplo, podemos mezclar el café que ha sobrado con aceite de coco o de almendras y aplicarlo con movimientos circulares por las zonas del cuerpo que presenten celulitis. Recordemos que todas las cremas para combatirla contienen altas dosis de cafeína. También se puede usar como exfoliante para las manos para quitar los olores desagradables que algunos alimentos pueden dejar, en este caso solo basta con frotar el café en las manos y listo. Si queremos lograr un exfoliante natural, mezclamos los restos de café con aceite de oliva y lo aplicamos en todo el cuerpo y luego enjuagamos. El cabello también se beneficia de los restos de café a los que les agregamos agua para mojar el pelo con ese café, dejamos actuar unos minutos, enjaguamos y vamos a disfrutar de un brillo increíble. Con respecto al hogar, los restos de café constituyen un excelente limpiador por su carácter abrasivo y ácido que facilita la limpieza de cualquier superficie, solo basta mezclar el café con agua y jabón. El café es un gran desengrasante pata ollas y sartenes. En este caso colocamos el café molido sobre la superficie a lavar y le pasamos una esponja con jabón o detergente para ayudar. Si repasamos los muebles con un paño con café le daremos brillo a la madera. Además podemos usarlo como aromatizador natural si lo colocamos en bolsitas de tela porosa para que permita pasa el aire. También funciona como repelente para las hormigas, para lo que esparcimos los restos de café en los sitios donde aparecen. Si frotamos con café húmedo el cuerpo de las mascotas, ayuda a combatir las pulgas. Algunas plantas como las azaleas y rosales disfrutan mucho de la acidez del suelo, por lo que una vez al mes podemos esparcir café sobre la tierra donde se encuentran plantadas. Podemos hacer artesanías con los restos de café que iban derecho al cesto de basura. Si sumergimos hojas blancas unos segundos en agua con café obtendremos unos pergaminos ideales para regalar. Lo mismo se puede hacer con telas a las que queramos darle un toque vintage. También podemos fabricar jabones exfoliantes artesanales con restos de café y esos jabones que alguna vez nos trajimos de los hoteles. Finalmente podemos pintar sobre papel o lienzo con el café restante, dependiendo de nuestra habilidad, podemos lograr trabajos muy bonitos. Como vemos son muchas las actividades y tareas que nos ofrecen las sobras de café, solo es cuestión de ponernos en campaña de guardar y reciclar esos restos. Estamos ahorrando dinero y contribuimos al cuidado del planeta. |
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